En la semana del Día de la Mujer, quiero celebrar la trayectoria y el éxito de mujeres excepcionales en el mundo empresarial. En una sociedad cada vez más consciente de la importancia de la igualdad de género y el liderazgo femenino, es fundamental destacar la voz y las experiencias de aquellas mujeres que han logrado triunfar en un mercado laboral en ocasiones desafiante y exigente.
Estoy convencida de que el éxito empresarial y la felicidad en el trabajo están estrechamente relacionados con el respeto por los valores de igualdad, diversidad e inclusión. En esta serie de entrevistas, tendremos la oportunidad de conocer a mujeres exitosas que han sabido liderar en sus respectivos sectores, enfrentando retos y obstáculos para llegar a la cima de sus empresas y organizaciones.
A través de estas entrevistas, podremos conocer sus experiencias, reflexiones y consejos para otras mujeres que quieren triunfar en el mundo empresarial. Espero que estas historias inspiren a otras mujeres a seguir adelante y alcanzar sus propias metas, y a su vez, contribuyan a una sociedad más justa, igualitaria y próspera.
Desde que abrí el blog de CulturaEmpresarial.cat, estos son los artículos que más ilusión me ha hecho publicar. Comienzo con una gran mujer: Sonia Mulero, directora de la Fundación Banco Sabadell. He leído y releído cada una de sus palabras para integrarlas en mí. Hoy me quedo con el principio de su frase: «Que se atrevan, que digan lo que piensan, aunque a veces nos cueste«
Nada mejor que sus propias palabras para presentarla:
Mi propósito es la vocación de servicio siempre en beneficio de la sociedad, el trabajo colaborativo e inspirar a las personas que me rodean con generosidad y rigor.
Y este propósito me ha llevado a trabajar en tres fundaciones durante distintas etapas de mi vida: Cidob, Inlea y Fundación Banco Sabadell (actualmente en la dirección general). En ellas he aprendido a actuar en distintos ámbitos sin perder el foco en las personas que, como comentaba, forman parte de mi propósito vital.
Amo la belleza del arte, de la naturaleza y de la gastronomía. Me encantan la alegría, el silencio y leer que, aunque parezcan cosas distintas, las tres me restauran.
Disfruto con mi trabajo, intento aprender cada día algo nuevo y descubrir cómo, con acciones pequeñas, cambian realidades en ocasiones difíciles. Es entonces cuando recupero la confianza, que a veces todos perdemos, en el ser humano.
¿Cómo has visto evolucionar la cultura empresarial en relación con la igualdad de género y la inclusión en los últimos años?
Existen actualmente nuevas normas de juego que empujan al cambio y a una mayor conciencia y compromiso con la diversidad, pero las resistencias culturales hacen que las normas no siempre se puedan cumplir. También roles o comportamientos influidos por la cultura que hasta varios saltos generacionales no van a generar ese cambio sistémico de forma orgánica que las empresas y la sociedad necesitamos para avanzar.
Es necesaria la diversidad ya que mejora el clima laboral, mejora la capacidad de retener e incorporar talento y según diversos estudios suelen ser más rentables y exitosas, por tanto, es absolutamente necesario evolucionar hacia la inclusión y la equidad.
¿Qué crees que se necesita hacer para lograr una verdadera igualdad de oportunidades para mujeres y hombres en el lugar de trabajo?
Como decía antes, se necesitan, además de las normas, un cambio cultural y generacional en el que la diversidad sea orgánica, no solo en la cuestión de genero sino también en otras cuestiones importantes como la raza, la religión o en qué lugar del mundo naciste o con qué capacidades viniste al mundo. No solo es una cuestión de género, es una cuestión de justicia social en general.
Me gusta más hablar de espacios diversos, justos, dónde cada persona encuentra un espacio donde crecer y desarrollarse.
A partir de normas inclusivas se fomenta una cultura empresarial equitativa y justa, que valoriza y respeta a todas las personas.
¿Qué consejos le darías a otras mujeres que buscan ascender en sus carreras profesionales y enfrentar el techo de cristal?
Que se atrevan, que digan lo que piensan, aunque a veces nos cueste, por esa tendencia que tenemos al cuidado y a querer quedar bien con todo el mundo. No podemos gustar a todo el mundo, el éxito es aceptar a los demás en su diversidad y aceptarnos a nosotras como somos para vernos y ver a los demás desde la compasión, sabiendo que cada una, y uno, hacemos las cosas lo mejor que podemos con lo que sabemos a partir de nuestras vivencias. No tomarnos las cosas de forma personal y trascender rápido, lo que en algún momento nos ha hecho sentir pequeñas o insignificantes.
Cuando te relacionas desde ese estado empiezas a entender que todas las personas tenemos un lugar en este mundo y que nada es tan importante. En ese momento, alcanzamos la madurez suficiente para tomar decisiones y enfrentarnos a los obstáculos que todos tenemos, seamos hombres o mujeres, de forma segura y algo más rápida.
Tener claro el propósito también es una forma de crecer personal y profesionalmente, porque aún a pesar de los fallos, las caídas, los obstáculos, siempre podremos rectificar sabiendo a dónde vamos.
De nada sirve una preparación académica excelente sino te trabajas en tu crecimiento personal con la misma intensidad.
El trabajo personal te da herramientas de autoconocimiento para ejercer una influencia sana en los entornos, tanto laboral como personal. Saber qué lugar ocupar en cada momento para aportar valor e incluso tomar decisiones rápidas para abandonar lugares en los que no estás creciendo. Las decisiones conscientes evitan cronificaciones innecesarias, tenedlo muy en cuenta. Aprender a conectar razón y emoción es clave para habitar este mundo incierto y cambiante.
Actitud, alegría, valentía y perseverancia, sin perder el rigor, siempre siendo generosas y honestas (sobre todo con nosotras mismas).
Un pequeño consejo que a mí me sirve, por si puede ser útil: lee y escucha historias de mujeres, de personas que han hecho cosas extraordinarias, deja de consumir contenido informativo tóxico. Elige tú, igual que eliges qué comes o bebes, qué lees o ves, y ríe mucho, aún en momentos difíciles, es la mejor medicina.
También procúrate redes de contactos que te ayuden en momentos de dificultad y puedan ofrecerte mentorías y consejos, trabaja tu visibilidad tanto en la empresa como en tus espacios de interés y reconócete tú para que los demás te conozcan y te reconozcan.
¿Qué es para ti el Bienestar Laboral?
En el entorno laboral pasamos una parte importante de nuestro tiempo, lo único en la vida que no se puede recuperar. Nuestro entorno laboral acaba ejerciendo una influencia para bien o para mal en nuestro estado emocional, el cual, en caso de no ser sano, acaba afectando a nuestra salud. Por tanto, los espacios de trabajo deben ser seguros a nivel físico y emocional, deben acompañarnos en nuestro crecimiento como seres humanos, en nuestra mejora de competencias y, además, permitirnos conciliar ofreciendo un equilibrio entre la vida personal y laboral. Esto solo se consigue a partir del compromiso de los líderes de las empresas y organizaciones más allá de las normas o la legislación.
El bienestar laboral es importante porque puede mejorar la salud y la satisfacción de los empleados, lo que a su vez puede mejorar la productividad y la rentabilidad de la empresa. Además, poniendo foco en las personas, puede mejorar la capacidad de la empresa para atraer y retener a los empleados talentosos y comprometidos.